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Iniciativa para la convivencia Humanidad - Fauna Silvestre en la región de PACA - Convocatoria de proyectos

Artículo

La preservación de la fauna silvestre en territorios antropizados, un desafío clave para la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco.

La Fundación aborda los problemas de convivencia entre humanos y fauna silvestre, con varios proyectos apoyados en todo el mundo:

- Programa del WWF en la frontera sino-rusa para la conservación del Tigre de Amur mediante la creación de una zona de lucha contra la caza furtiva y la reintroducción de presas.
- Programa para ayudar a los agricultores de Tanzania a adaptar sus prácticas a la presencia y desplazamiento de los elefantes.
- En Canadá, estudio del comportamiento y hábitat de las belugas de St. Lawrence por el Grupo de Investigación y Educación sobre Mamíferos Marinos.
- Protección de las tortugas marinas en la reserva parcial de Ponta Do Ouro en Mozambique, a través de la vigilancia, el ecoturismo y la autosuficiencia de las comunidades.

En 2017, la Fundación organizó en Mónaco un foro sobre la necesidad de tener en cuenta a la fauna silvestre en la gestión de un territorio. Este taller de dos días reunió a expertos científicos, así como a representantes políticos e institucionales que pudieron aportar experiencias y opiniones sobre el problema del conflicto entre los humanos y la fauna silvestre.

Un problema que también se plantea en la Región PACA

El territorio de la Región PACA incluye una gran diversidad de entornos y especies debido a su variedad geográfica y climática, que va desde entornos costeros hasta las alturas alpinas, pasando por la garriga provenzal.

En zonas rurales y de montaña, se desarrollan muchas actividades humanas que contribuyen a dar forma a los paisajes. La ganadería ovina, por ejemplo, mantiene la apertura de los entornos, una flora variada y la fauna asociada. Sin embargo, las interacciones entre las especies y las actividades humanas que comparten un mismo territorio pueden ser conflictivas. La fauna silvestre, debido a sus desplazamientos o búsqueda de alimento, puede causar daños a los cultivos o a las actividades ganaderas. Por otro lado, actividades humanas como los deportes de montaña pueden perturbar las capacidades reproductivas de ciertas especies.

Si bien la "santificación" de los espacios patrimoniales es inevitable y ha demostrado su eficacia, no es realista ni deseable a gran escala. Por lo tanto, en la mayor parte del territorio, es esencial buscar mantener un equilibrio entre las actividades humanas y los entornos naturales.

Convocatoria de proyectos para mejorar las relaciones entre la fauna y las actividades humanas

En 2020, la Fundación y sus colaboradores lanzan una convocatoria de proyectos para identificar y apoyar financieramente a actores locales dispuestos a llevar a cabo acciones en su zona de influencia. El objetivo de los proyectos debe ser facilitar la convivencia de la fauna silvestre y las actividades humanas a través de:

- Acciones en el terreno para prevenir o mitigar los conflictos entre fauna silvestre y actividades humanas.
- Acciones para mejorar el conocimiento de las especies que comparten territorio conflictivo con los humanos.
- Acciones de sensibilización del público en general y de los estudiantes sobre los desafíos de la coexistencia con la fauna silvestre.
- Acciones para promover la valorización de la producción agrícola y de actividades culturales, deportivas o ecoturísticas relacionadas con la fauna silvestre. El comité de dirección seleccionará proyectos que cumplan varios criterios:
- Los proyectos deben ubicarse en la Región PACA.
- Los proyectos deben promover claramente la convivencia pacífica entre humanos y fauna silvestre.
- Los proyectos deben desarrollarse en zonas rurales o de montaña y afectar a una o varias de las siguientes especies: lobos, ciervos, jabalíes, íbices, muflones, cabras montesas, zorros, mustélidos, avifauna.
- Los proyectos no deben durar más de 2 años a partir del inicio de su implementación.
- Los proyectos no deben superar un presupuesto total de 50,000 € HT (o IVA incluido para los promotores que no recuperan el IVA).
- Los proyectos deben contar con una autofinanciación mínima del 20%.
- Los proyectos no deben tener como consecuencia infringir las normas de conservación de la fauna silvestre.

La convocatoria de proyectos está abierta a cualquier tipo de promotor, excepto personas físicas. Los proyectos seleccionados recibirán un apoyo financiero de hasta 10,000 €. Se darán a conocer a través de las acciones de comunicación de la Fundación y sus colaboradores. De este modo, los promotores formarán parte de una red de actores interesados en los mismos problemas, ofreciendo posibilidades de networking y nuevas colaboraciones.

Si está interesado, le agradecemos que descargue y complete el formulario a continuación. Deberá completarse y enviarse, junto con la documentación requerida, a la dirección contact@fpa2.org con el asunto "candidature appel à projets faune sauvage" antes del 30 de octubre de 2020.

Nuestros socios

La iniciativa se apoya en un Comité de Dirección responsable de la elaboración de la convocatoria de proyectos y de la selección de los beneficiarios.

- La Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco es la impulsora de esta convocatoria de proyectos y se encarga de su coordinación.
- Un miembro experto del Consejo Nacional de Protección de la Naturaleza aporta su experiencia científica y técnica.
- La Federación Departamental de Cazadores aporta su conocimiento de los intereses y desafíos cinegéticos.
- La Cámara de Agricultura Departamental representa la perspectiva y los problemas relacionados con el mundo agrícola.
- La LPO Provence-Alpes-Côte d'Azur aporta su experiencia en cuestiones ecológicas y naturalistas con el objetivo de luchar contra la disminución de la biodiversidad.

La Fundación Príncipe Alberto II y su asociado, la Fundación Sancta Devota, aportan la financiación necesaria para el sostenimiento de los proyectos. A través de obras, instituciones o asociaciones de carácter benéfico, la Fundación Sancta Devota apoya proyectos de ayuda al desarrollo en los ámbitos de la educación, la protección del medio ambiente, la integración social, la salud y la seguridad alimentaria.