Descripción
A pesar de que el lobo ha comenzado a regresar a los Alpes Marítimos
hace casi 30 años, la convivencia de esta especie con las actividades ganaderas
sigue siendo extremadamente complicada y tensa hasta el día de hoy. En el
territorio de los Prealpes de Azur, proteger los rebaños es difícil debido a la
densa cobertura forestal y a la geologia acidentada del terreno. Además, el
gran número de excursionistas aumenta los conflictos con los perros guardianes.
El estado actual de la población de lobos (número exacto de manadas, éxito
reproductivo, etc.) es muy poco conocido. A menudo se observa una gran
diferencia entre la percepción que tienen los ganaderos de la población de
lobos y la realidad biológica de la especie en el terreno. Esta falta de
conocimiento sobre la especie es fundamental en la difícil convivencia entre los
lobos y la ganadería, ya que no saber dónde, cuándo y cuántos lobos frecuentan
un área de pastoreo es una fuente constante de preocupación para los ganaderos.
En consecuencia se implementan disparos excepcionales de lobos de manera
indiscriminada, basados en el número estimado de lobos a nivel nacional pero
sin tener en cuenta la situación del lobo en cada área geográfica específica. Por
último, la desconfianza hacia las cifras oficiales no contribuye a un clima
favorable para tener una percepción
objetiva de la situación real de la especie.
Por otro lado, la sobre cosecha local de lobos lleva a los naturalistas
a pensar que el Estado quiere "acabar con los lobos" y puede generar
un sentimiento de desconfianza y falta de colaboración de los naturalistas en
el seguimiento del lobo.
Por lo tanto es necesario, tanto para la ganadería como para la
población de lobos, establecer un diálogo sereno entre los actores implicados sobre
la población de lobos real a nivel de una región concreta, basado en
observaciones y datos científicos rigorosos.